Hola a todos,
Estoy seguro que conoces este dicho: “Cuando todo es importante, nada es importante”. U otro similar que dice: “Cuando todo es urgente, nada es urgente”.
Te explico, durante el trabajo diario, hay multitud de cosas que diariamente solicitan nuestra atención.
Ya sabemos que vivimos en un mundo hiperconectado, en el que estamos moviéndonos diariamente en una nube de estímulos, los cualesl recibimos constantemente y de todas partes y lo mismo ocurre en las empresas.
Llegas por la mañana a trabajar y cuando te das cuenta son las 12 de la mañana. Y te preguntas.
¿En qué has invertido el tiempo?
Hoy justamente, venías con la intención de hacer una cosa concreta que era importante, pero al llegar al trabajo, vino a verte otro directivo pidiéndote algo, además te llegaron dos emails con la palabra urgente, y uno de ellos de un cliente importante.
En un abrir y cerrar de ojos ya estabas metido en la vorágine del mal llamado “día a día” o del “infinito”. Ese sitio en el que entras, pero no sabes salir, y tampoco tiene un final.
¿Lo peor?
Es que mucho de lo que te llega como tu trabajo está asociado a la variable tiempo (Y tu cerebro y el tiempo no son buenos amigos) más bien se llevan a matar.
Tu cerebro no entiende de tiempo, solo entiende de atraer placer inmediato o de evitar el dolor.
El problema es que todo lo que gestionamos diariamente de una manera u otra está relacionado con el tiempo, ya sea que esté basado en tareas, proyectos u objetivos.
Cada día te ves intentando cumplir con multitud de tareas, metas personales, solicitudes de clientes, cosas que te han pedido tus compañeros, tu familia…
Esto has de unirlo al ruido de fondo de dos docenas de objetivos, impuestos por tus responsables, o autoimpuestos, y las mil interrupciones existentes en un día normal.
?Cuando ves el volumen de lo que se te viene encima, tienes tantas cosas abiertas y sin terminar, que ya no sabes que es en lo que realmente te has de enfocar.
No solo es el volumen de cosas con las que tu cerebro no puede trabajar.
Además, tengo otra mala noticia, tu cerebro no puede trabajar en modo multitarea.
Por tanto, nos encontramos con 3 problemas:
Tu cerebro no puede trabajar en modo multitarea.
Cuando trabajamos en modo multitarea, somos mucho menos productivos (y ya no digo efectivos). Todos los Stop and Go diarios que realizamos con cada tarea, reducen nuestro nivel de atención y foco, lo que acaba reportando en un menor rendimiento y una baja productividad.
Nuevamente nuestro cerebro odia dejar las cosas a medias.
Si empezamos y no terminamos el trabajo, para nuestro cerebro quedará el trabajo inacabado, y por tanto será una fuente de agobio y de estrés. Llegarás a casa con la sensación de no haber hecho nada en todo el día.
Por tanto, asegúrate de que solo unas pocas cosas básicas se hagan cada día. Básicas, quieren decir, que son prioritarias para ti y para tu organización.
Si establecemos 1 o dos objetivos como máximo, y ponemos el foco en ellos, será mucho más fácil conseguir las grandes metas, que si nos centramos en terminar 33 cosas.
Eso no quiere decir que no dediquemos tiempo al resto de cosas, solo que, si escogemos 1 o 2 objetivos en los que priorizar nuestro tiempo y los trabajamos con foco, partiendo el elefante en trozos pequeños, para que sea más fácil acabarlo, pronto nos daremos cuenta de que somos más productivos, y tendremos una mayor satisfacción de logro, debido a que vamos terminando cosas.
Y como estaremos poniendo enfoque en lo que hacemos, podremos lograr grandes cosas a pesar de las distracciones diarias.
¿Quieres saber cómo conseguirlo?
Explícanos que te preocupa, y te ayudaremos. Vamos a conseguir que los grandes objetivos que nunca acabas, ahora empieces a conseguirlos.
¿Qué ves y no te gusta?
¿Qué sientes que no funciona?
¿Quieres empezar a sentir que tienes el control de tus proyectos importantes y tus objetivos clave dentro de la organización?
Contacta con nosotros, y agenda una reunión con nuestro experto Xavier de 30 minutos.
Link para contactar: